
En memòria de Renada-Laura Portet

Mañana, martes 9 a las 19.30 h, presentaremos on-line la colección de plaquettes Lecturas silenciosas junto al resto de autores y promotores: Hasier Larretxea, Valerio Magrelli, Lola Nieto, Chus Pato, Tina Suárez Rojas, Rafael-José Díaz, Sandra Santana y servidor de ustedes. Leeremos algunos poemas y celebraremos el éxito de la iniciativa que está a punto de agotar la edición y que, tratándose de poesía, es prácticamente un oxímoron. Será un placer que nos acompañéis. Las inscripciones para conseguir el link de acceso han de hacerse en el siguiente correo: secciondeliteraturaateneo@gmail.com
Al fin tengo esta pequeña joya en mis manos, una bellísima antología de plaquettes poéticas en la que he tenido la suerte de participar, junto a Hasier Larretxea Valerio Magrelli, Lola Nieto, Chus Pato y Tina Suárez Rojas. La pandemia no quiso que celebráramos el encuentro previsto en el Ateneo de La Laguna, pero Rafael-José Díaz y Sandra Santana tuvieron la genial idea de juntarnos en esta caja de lecturas silenciosas.
La edición es hermosa y, en mi caso, bajo el título de No lugar, recoge versos de mis dos libros de poesía, Los adolescentes furtivos y El cielo y la nada y algún inédito, pero lo que más me gusta de formar parte de esta polifonía poética es que presta atención a las voces y lenguas periféricas.
En 2013, el escritor y crítico Fulgencio Martínez, tras reseñar Los adolescentes furtivos, me pidió una serie de poemas para una antología poética que, con el título de La escritura plural. 33 poetas entre la dispersión y la continuidad de una cultura, quería ser lo más representativa posible de las diferentes voces e idiomas del Estado. El libro acabó apareciendo en formato digital en 2015.
En 2019 esa misma antología ha sido publicada por la editorial Ars Poetica. El tiempo pasa, en este caso para bien, y pese a que la biografía del libro no menciona la posterior publicación de Párpados ni el Premio Tiflos de Poesía y la próxima aparición de El cielo y la nada, es una suerte poder formar parte de sus páginas. De hecho, algunos de los poemas que figuran como inéditos, con ligeras variaciones, formarán parte de este libro.
Han pasado seis años y dos libros desde que entregué el material para su publicación y, aunque parece poco tiempo, son muchas las cosas que han cambiado desde entonces.
Ahir vam presentar Saba d’ells. Vint-i-sis poetes vius encara, un llibre homenatge a la mítica Colla de Sabadell amb motiu del seu centenari. Editat per Papers de Versàlia, el llibre vol ser una radiografia dels poetes sabadellencs actuals amb una petita mostra de la seva obra. Els meus poemes procedeixen de Los adolescentes furtivos i El cielo y la nada.
Potser, qui sap, d’aquí a cent anys, quan se celebri el bicentenari de la Colla, algú se’n recordarà dels bojos que, cent anys enrere, van fer un llibre per recordar-los, perquè el que és segur és que l’obra de Joan Oliver, Francesc Trabal, Armand Obiols, et alii, continuarà tan viva com ara.
Esta es la habitación donde Antonio Machado pasó sus últimos días. La cama, según me dijeron, es la misma en que falleció. En el lecho contiguo dormía su madre. A la izquierda puede intuirse la ventana y, si la memoria no me falla, podía contemplarse el mar.
La foto la tomé hace diez años cuando obtuve el Premio Internacional de Literatura Antonio Machado de Collioure. Hoy es un buen día para traerla a la luz. Fue una de las raras ocasiones en que el actual propietario de la Casa Quintana accedió a que fuera visitada. Al año siguiente se publicó mi primer libro, Los adolescentes furtivos, que tuvo buenas críticas pero nula distribución y hoy está descatalogado. A finales de mayo, nueve años después, se publicará mi segundo libro de poemas, El cielo y la nada, con el que he tenido la suerte de ganar el Tiflos.
Ahora que, con razón, se pone en cuestión los certámenes literarios, yo sólo puedo decir que, en tres ocasiones, tuve la fortuna de que mis propuestas fueran las elegidas, aun siendo un completo desconocido para el jurado. Creo que es importante señalarlo porque, pese a la crisis perpetua del sector editorial, sigue habiendo premios y jurados que arriesgan y apuestan por un texto antes que por un nombre. Sin embargo, también sé que no es algo tan importante, la nómina de autores que obtuvieron un premio es tan extensa como la de los que no y, obviamente, tampoco te convierte en mejor o peor escritor, te facilita publicar sí, pero poco más, su visibilidad es efímera. Si algo he aprendido es que para salir en la foto hay que estar en constante movimiento y a algunos no sólo no nos interesa sino que, además, tenemos un horrible movimiento de caderas.
De los tres (el tercero fue el Dos Passos de narrativa) siento especial cariño por el primero, el año que viene se cumple su décimo aniversario y me encantaría reeditarlo. Este año, sin embargo, vamos a intentar hacerlo mejor y llevar El cielo y la nada a cualquier parte donde los amigos me inviten o allá donde quieran escucharlo.
Arran de la concessió del Premi Tiflos de poesia, el Diari de Sabadell, m’entrevista per parlar tant de la meva obra poètica com de la meva narrativa.
“Albada” de Los adolescentes furtivos. La traducción al francés es de Renada-Laura Portet.
Aprovechando que hoy es domingo de Carnaval, voy a ponerme el traje de poeta, que hace mucho que no lo luzco en público, recordando un viejo poema publicado en Los Adolescentes Furtivos, libro publicado en 2010 con el que obtuve en Collioure el Premio Internacional de Literatura Antonio Machado. La traducción al francés es de Renada-Laura Portet.
Hoy hace seis años que se publicó esta crítica de Túa Blesa en «El Cultural» del diario El Mundo. El libro hoy está descatalogado, pero sus versos siguen igual de vigentes que entonces.
http://www.elcultural.com/revista/letras/Los-adolescentes-furtivos/28988
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